Esta obra:

Una historia completa, exhaustiva y bellamente escrita de la novela en España desde los orígenes hasta el siglo XXI. Cientos de autores, miles de títulos, todas las tendencias y estructuras. Una obra rigurosa, didáctica y clara, dirigida tanto al lector curioso como a estudiantes de literatura, profesores y especialistas. Una obra de consulta imprescindible en bibliotecas y en el dispositivo de los mejores lectores.

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Sobre la novela en España de 1939 al siglo XXI (fragmento del capítulo 27)

6. Las renovaciones formales

Como vimos en el capítulo anterior, la arruinada España de la posguerra empieza por restaurar un realismo tradicional, casi decimonónico, porque creyó que en este realismo estaba la solución novelística del momento. No hay que olvidar, además, que antes de la guerra existían ya tendencias intelectualizadas y sociales de la novela, pero estas tendencias, de alguna manera, perdieron la guerra y se fueron al exilio, y, lo que es peor, dejaron de vivir, esto es, de circular como novelas, en España. Vimos también, al seguir la bibliografía de ciertos novelistas, cómo éstos, que habían empezado como realistas, inauguraban nuevas formas novelescas, es decir, innovaban; por eso, a los nombres que van a seguir hay que añadir algunos de los ya citados, sobre todo Cela, Torrente Ballester y algunos más. Pero si estos restauradores también innovan cuando llega la década de los cincuenta, no hay que olvidar que fue casi una verdadera generación de escritores jóvenes la que abrió nuevos caminos.

Digamos ahora brevemente en qué consistió esta innovación: ante todo, se abandona el realismo tradicional al enriquecerlo con nuevas críticas o intenciones (la década de los cincuenta no es ya la década de los cuarenta, esto es, de la inmediata posguerra; hay un poco más de libertad porque las circunstancias exteriores, la victoria aliada sobre las potencias del eje, ha desarbolado, siempre hasta cierto punto, el régimen verticalista español).

Hay innovaciones, pues, en los contenidos, y así, como veremos en el próximo capítulo, puede ya surgir la novela que se llamó social; y hay sobre todo innovaciones formales ante la llegada de técnicas novelísticas extranjeras, estadounidenses principalmente. Los más jóvenes entre los innovadores están, también, un poco más alejados de la guerra que sus mayores, entre los que se encuentran los realistas restauradores; poseen por ello, y siempre de una manera limitada, una visión más distanciada y, por tanto, más amplia de la realidad histórica bélica y de la realidad más cotidiana. Hay, o existen ya, nuevas posibilidades.
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