Esta obra:

Una historia completa, exhaustiva y bellamente escrita de la novela en España desde los orígenes hasta el siglo XXI. Cientos de autores, miles de títulos, todas las tendencias y estructuras. Una obra rigurosa, didáctica y clara, dirigida tanto al lector curioso como a estudiantes de literatura, profesores y especialistas. Una obra de consulta imprescindible en bibliotecas y en el dispositivo de los mejores lectores.

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Sobre Vicente Blasco Ibáñez (fragmento del capítulo 25)

El lector de esta obra habrá observado que el nombre del valenciano Vicente Blasco Ibáñez vuelve una y otra vez a estas páginas. Aunque reseñado más que estudiado en la parte cuarta, dedicado a la novela del siglo XIX (Blasco había nacido en 1867 y había empezado a publicar su obra con unos veinte años, hacia 1888), sus mejores novelas aparecen a finales de siglo y también a principios del siglo siguiente, y tanto las unas como las otras pertenecen con toda propiedad a los siglos en que se editaron. El Blasco del XIX es un heredero y también un renovador de los realistas del 68, y también es un naturalista entusiasta de Zola. Pero en el siglo veinte, Blasco es también un novelista político y un novelista erótico.

No se trata, como se comprenderá, de repartir cronológicamente su producción novelesca (hasta aquí, 1900, es un novelista del XIX, y desde aquí es del XX). Hay algo más que nada tiene que ver con la cronología. Se puede pensar, por ejemplo, en Galdós, que también vive sobre dos siglos; pero Galdós, o Pardo Bazán, siguen su propio camino, realistas para empezar, naturalistas para continuar, no llegan a cultivar las nuevas tendencias del XX, sin duda sirvieron de modelo para muchos, pero no se integraron en las nuevas tendencias. Todo lo contrario ocurre con Blasco, al que no se le puede definir de una vez y para siempre, pues parece abierto a todas las orientaciones, a todas las tendencias, es más, las cultiva y hasta, creo, las llega a dirigir o a inaugurar. Se le podría incluso llamar «novelista de encrucijada», pues en su obra se cruzan y entrecruzan varias tendencias novelescas, unas que vienen del XIX y otras que van a dominar los treinta primeros años del siglo XX. Realista y naturalista, heredero de Galdós, también es compañero de la Pardo Bazán o de Octavio Picón, pero como ha señalado más de un crítico, su estilo es impresionista y puede ser un antecedente de Gabriel Miró.
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